viernes, 16 de noviembre de 2007

Margarita, tia de Maró

“Esa muchacha. Recuerdo el día que nació. Era domingo (creo). Parecía un animalito, peluda, de ojos saltones, llorona. Insoportable.
A medida que crecía, se incrementaba su falta de adaptación. Tal vez, como presagio de lo que iba a venir…
María Rosa es rebelde, caprichosa, igual que su madre. La verdad que no sé que vió mi hermano en María de los Milagros. Quizá, el hecho de ser tan distintos fue lo que le atrajo, aunque es raro que todavía no se hayan divorciado.
En fin…, María Rosa hizo lo que quiso. Primero, dejar de estudiar Derecho. Una carrera con futuro y prestigio. Después, desaprovechar la propuesta de casamiento de Ignacio Díaz Vélez. Bueno, aunque se decía que era gay, la verdad no sé como pudo negarse. Ignacio Díaz Vélez, es un muchacho de una de las mejores familias de Buenos Aires. Y por último el colmo: se hace pasar por artista. ¡Lo que realmente es: ser una hippie que se aprovecha de la fortuna, que supo mantener y cuidar mi queridísimo hermano! Y que a demás, tanto esfuerzo le costo a papá. Ahora esta mocosa malcriada quiere despilfarrar todo ese dinero. ¡Habrase visto!
Cuando tenía 15 años, la encontraron ebria, tirada en un parque con un grupete de amigos, tan insolentes y bárbaros como ella. Fueron llevados a la comisaría. ¡Imaginate! Una vergüenza ensuciar así nuestro apellido.
Dice que es artista ¡que desfachatez! Yo entiendo mucho de arte. Una vez fui a Paris, y en una exposición había cuadros de Miró y Picasso. Cuando visité New York fui a una galería y conocí personalmente las obras de Van Gogh y Dalí.
Sinceramente, pienso que lo que hace María Rosa, es pornografía pura.”

Pato

colabora con la biografía no autorizada de la consagrada artista plástica, contada por los protagonistas de su historia. grupo cruzagramas.